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Educación Financiera para Todos

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December 23, 2016

Los niños y adolescentes que reciben dinero como regalo de las fiestas siempre están ansiosos comprarse algo. Si bien se los debería dejar gastar parte del dinero o las tarjetas de regalo, también se podría aprovechar la oportunidad para enseñarles y poner en práctica una importante lección de finanzas personales.

Cómo convertir los regalos monetarios en enseñanzas

Estas son algunas ideas para comenzar, aunque se puede modificar el mensaje o el tema de acuerdo a la experiencia y la capacidad de entendimiento de cada niño.

Establezcan una meta financiera juntos. Planificar la forma en que su hijo ahorrará y gastará sus regalos monetarios siempre es una experiencia y práctica valiosa, más allá de su edad. (Si no tiene un plan personal, esta podría ser una excelente oportunidad para dar el ejemplo y establecer su propio plan financiero).

Puede empezar por dibujar tres columnas –gastos, ahorros y donaciones –y hacer que su hijo escriba algunas metas para cada una. Explíquele la diferencia e importancia de las metas a corto y largo plazo y el valor de tener un fondo de emergencia (para los niños, el fondo les podría servir para pagar la reparación de un auto o la rueda de su bicicleta).

Fijen las prioridades y hablen sobre el tema. Pídale que sume todo el dinero recibido y que lo divida en las tres columnas. Ofrézcase a ayudarlo a decidir cuánto destinar a los ahorros y a la caridad, tomándose el tiempo de explicarle sus motivos.

Seguramente, su hijo descubrirá que el dinero no le alcanza para cubrir todas sus metas y tendrá que establecer prioridades de acuerdo a la importancia que tenga cada meta para él. Cuéntele sus propias experiencias y explíquele que a veces es mejor ahorrar para hacer una compra mejor o más grande en el futuro. También podría pedirle que calcule cuánto espera recibir por sus futuras mesadas, trabajos o fiestas y cómo esas sumas podrían ayudarlo a alcanzar sus metas.

Decida dónde guardar los ahorros. Si todavía no tiene una, abrir una cuenta bancaria con su hijo podría ser una buena idea. Explíquele las diferencias entre una cuenta corriente y una caja de ahorro y cómo puede guardar el dinero que reciba y ganen. Su hijo luego puede decidir cómo repartir sus fondos entre la cuenta corriente y la caja de ahorro de acuerdo a sus metas.

Con las tarjetas de regalo puede ser más complicado, especialmente si son específicas de alguna tienda. Su hijo no podrá depositarlas en el banco y deberá tener esto en cuenta para decidir qué prioridades satisfacer y cuáles tendrán que esperar.

Pero, hay sitios de Internet donde se pueden comprar y vender tarjetas de regalo. Lo que pague o reciba dependerá del sitio y de la tienda –un buen ejemplo práctico de oferta y demanda.

Comparen precios antes de comprar. No hay dudas de que su hijo querrá gastar parte del dinero de inmediato. Esta es una buena oportunidad para hablar sobre la importancia de comparar y buscar el mejor precio.

Comparar los precios de diferentes tiendas puede ayudarlo a hacer un buen negocio y también sería bueno que considere la compra de un producto alternativo similar. Aprender a decidir lo que mejor satisface las necesidades, los deseos y el presupuesto es una habilidad importante a cualquier edad.

Háblele sobre el valor tiempo del dinero y la importancia de ahorrar inteligentemente. Los niños más grandes ya pueden estar listos para aprender sobre el valor del dinero con relación al tiempo, la idea de que un dólar hoy vale más que un dólar en el futuro.

Puede hablarle sobre la inflación y cómo puede disminuir el poder adquisitivo con el paso del tiempo. Los niños más grandes podrían pensar en algunos ejemplos y usted puede reforzar la idea con imágenes de publicidades viejas, de cuando una gaseosa o goma de mascar costaban 5 centavos.

El próximo paso podría ser hablar sobre la importancia de ahorrar e invertir y cómo el interés compuesto podría compensar o reemplazar los efectos de la inflación. Tal vez también podría terminar introduciendo el tema de los costos de oportunidad, los pros y contras asociados a cada decisión.

En resumen: No se pueden forzar conductas, pero sí se puede aprovechar el momento para explicar y poner en práctica importantes habilidades para administrar el dinero. Las fiestas son una buena oportunidad, porque muchos niños reciben tarjetas o dinero de regalo, y estas lecciones pueden continuar durante todo el año. Intente reflejar las habilidades y prácticas que le está enseñando en su vida diaria. Los niños pueden aprender más observando lo que usted hace que escuchando lo que usted le dice.

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Este artículo proporciona información general y no debe considerarse como asesoría salud, legal, fiscal o financiera. Lo más conveniente es consultar con un asesor fiscal o financiero para obtener información específica acerca de la manera en que las leyes tributarias aplican para usted y para su situación financiera en particular.

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