¿Qué tomar en cuenta antes de firmar un contrato bancario?

Los productos financieros forman parte importante en nuestra vida diaria. Desde abrir una cuenta de débito para que ahí sean depositados nuestros ingresos, hasta el trámite de una hipoteca que pagaremos para consolidar nuestro patrimonio. Es muy importante que al solicitar estos servicios tengas pleno conocimiento de lo que estás contratando.

• Compara el producto entre bancos: muchos especialistas recomiendan visitar varias instituciones bancarias para comparar precios y comisiones de lo que estés buscando. Una vez que tengas información, acércate a un ejecutivo para que aclare todas tus dudas y tomes la mejor decisión.
• Cobros y comisiones: asegúrate de conocer todas las comisiones que el banco realice por operación de cuenta o de crédito. Checa en qué casos aplicarán y qué cargos por mora tendrías en caso de un atraso. Esto es importante debido a que el costo del producto financiero puede variar debido a estos factores.
• Tasas de interés: estos son pagos estipulados por las instituciones bancarias de acuerdo al tipo de servicio que el cliente está a punto de contratar. Recuerda preguntar si la tasa será fija o variable, para que sepas qué tanto podría fluctuar durante la vida de un crédito o financiamiento.
• Revisa antes de firmar: puede parecer un consejo obvio, pero aunque conozcas al banco o tengas más productos contratados, siempre es buena idea que leas el contrato en su totalidad, no olvides “leer las letras chiquitas” antes de firmar. De esa manera sabrás los términos y condiciones bajo los cuales te obligarás a pagar lo correspondiente a tu servicio.

Tomar una decisión correcta con el banco no se trata de tener una formación académica en finanzas o ser un experto en el tema. Recuerda que tú eres dueño y guardián de tu dinero, por lo que cuidarlo adecuadamente te puede evitar muchos problemas a futuro. Antes de contratar cualquier producto financiero, será conveniente que hagas un análisis para saber qué es lo que más conviene a tus finanzas.

Nuestra mayor recomendación es que nunca firmes un contrato antes de estar seguro de lo que realmente necesitas.