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Cómo invertir en educación

En nuestros días, tiene mucho sentido pensar en la educación como una inversión o fuente de oportunidades, pues estar preparados para los retos laborales de la actualidad y del futuro nos asegurará nuestro grado de competitividad en el mercado laboral, y como consecuencia, la estabilidad de nuestras finanzas personales.

Pensar en la educación personal o la de nuestros hijos, buscando asegurar mejores oportunidades laborales y de calidad de vida, es proyectar una inversión a largo plazo que puede resultar redituable, no sólo económicamente, sino de desarrollo personal.

Sin embargo, es una realidad que la educación privada es costosa y no siempre prepara adecuadamente para las cambiantes necesidades de la realidad laboral. Además, vemos que cada año aumenta su costo, por lo que elegir una opción educativa que contemple calidad a buen precio debe ser una decisión analizada con tiempo.

Evaluar la posibilidad de estudiar una maestría o posgrado, un curso de idiomas o tal vez una actualización en nuestra materia, podría acercarnos a nuevas realidades laborales, y es posible obtenerlas mediante becas o financiamientos. También es posible garantizar los estudios universitarios de nuestros hijos mediante varias opciones, entre ellas, un seguro educativo, o financiamientos proporcionados por asociaciones civiles o por las mismas instituciones educativas.

Cada una de estas opciones, más que representar un gasto, debe considerarse como una inversión, pues nos brinda la posibilidad de desarrollar la inteligencia económica y financiera, producir e incrementar riqueza y mejorar la calidad de vida.

Seguro educativo universitario
Si planeas realizar un ahorro durante cierto período con la finalidad de asegurar que tus hijos puedan solventar sus estudios universitarios, es más recomendable que contrates una póliza educativa, que funciona como cualquier otro seguro de vida, porque garantiza cierta cantidad a pagar a los hijos, ya sea directamente o para colegiaturas de las escuelas. Estos instrumentos cuentan con coberturas añadidas como fallecimiento o invalidez de los padres.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), estas pólizas funcionan mediante una suma pactada durante varios años. Al final del plazo, la compañía te entregará la cantidad que se estableció; o bien, en caso de tu fallecimiento o invalidez, tu hijo, al estudiar, recibirá todos los recursos, sin la necesidad de cubrir una mensualidad.
Los plazos suelen ser, por lo general, de más de diez años. Se determina este período de tiempo para que el cliente reúna una suma importante de recursos y ésta se entregue cuando el hijo inicie sus estudios profesionales hasta concluirlos.

Condusef afirma que esta póliza posee mayores beneficios que una cuenta de ahorro, pues con ella se corre el riesgo de que, en caso de fallecimiento, no hayan reunido la cantidad necesaria para cubrir los gastos educativos de los hijos.

Es recomendable contratar este producto en dólares americanos o en Unidades de Inversión (UDI), a fin de que los recursos monetarios no pierdan valor en el tiempo, además de adquirirlo con antelación, pues entre más crezcan los hijos, se tendrán menos años para ahorrar y, por lo tanto, las mensualidades se incrementarán.

En el mercado existen diferentes instituciones que ofrecen los seguros educativos y cada una tiene sus propias reglas para establecer los pagos, exclusiones, precios y servicios. Para que los recursos programados cumplan su objetivo educativo y no se destinen a conceptos diferentes, se puede establecer un contrato de fideicomiso, en el cual se definan los conceptos, montos y la periodicidad de los pagos derivados de la suma asegurada contratada para el menor. Existen fideicomisos de administración e inversión abiertos, que cuentan con planes de becas para la educación media superior y superior desde tres a cinco años de inversión, en edades que fluctúan de cero a trece años. La finalidad es solventar la educación de los hijos. Por este motivo, el monto de la beca se decide con base en la capacidad de inversión del padre o madre.

Es posible elegir el saldo de tu mensualidad, aunque es necesario visualizar si con lo que estás ahorrando será suficiente para el pago de la carrera universitaria para tu hijo. Además, la mayoría de estos seguros se pagan de maneras variadas, pero la más cómoda puede ser con cargo automático mensual a tu tarjeta de crédito, con lo que podrás llevar un control adecuado de tus gastos, y evitar sobrepasar tu nivel de endeudamiento.

Todas las instituciones aseguradoras tienen cobertura en caso de invalidez, pues si el contratante tiene un accidente grave y no fallece, pero sufre alguna pérdida orgánica, la compañía podrá indemnizarlo, de acuerdo con un tabulador o tabla de porcentajes.

Una vez que se cumple la edad pactada en el contrato, la aseguradora tiene la obligación de entregar en una exhibición o en varias el dinero, aun cuando sus hijos decidan no estudiar una carrera universitaria.
Por otra parte, Condusef reitera que es fundamental que los clientes lean a detalle las cláusulas del contrato, particularmente las exclusiones del seguro educativo, y en caso de necesitar mayor claridad, pedir al agente que se las explique de manera sencilla, con la finalidad de evitar sorpresas.

Planear un postgrado
Para la realización de estudios de Maestría y Postgrado que mejoren nuestra educación profesional existen instituciones educativas que ofrecen financiamientos, consistentes en la exención del pago de un porcentaje de la colegiatura, con el compromiso de retribuir lo recibido conforme la escuela lo estipule, mediante un contrato firmado por el beneficiario, en el momento en que se le otorgue el financiamiento.

La obtención de una beca para estudios en el extranjero ofrece la posibilidad de adquirir la experiencia y el reconocimiento de una universidad de otro país. Esto permite aspirar a opciones laborales que en las condiciones anteriores a esta preparación difícilmente podríamos alcanzar.

Esta flexibilidad de pagos permite acceder a los profesionales a programas educativos que eleven sus conocimientos y sus posibilidades económicas, sin descuidar sus responsabilidades y compromisos financieros ya adquiridos.

La oferta en este sentido es amplia, pues tanto los gobiernos estatales como federales, así como las embajadas de los países que cuentan con convenios de oferta educativa, tienen a disposición de los interesados planes de financiamiento educativo, el cual, además de apoyar con créditos para fomentar la preparación y formación de los ciudadanos, abren la puerta a las posibilidades de una ganancia colectiva.

Sitios recomendados:
www.fiderh.org.mx
http://becas.sre.gob.mx/
www.cnsf.gob.mx
www.amis.org.mx