Proteger tu patrimonio, ¿derecho u obligación?
La materialización de nuestras metas financieras suele representar un trabajo arduo y de muchas horas. Sin embargo, en ocasiones no nos detenemos a reflexionar qué pasaría si perdiéramos parte de nuestro patrimonio debido a un accidente, a un fenómeno natural o a cualquier otra situación.
Proteger lo que más nos ha costado conseguir y lo que será parte del sustento de nuestros descendientes es muy importante. Es por eso que te presentamos algunas recomendaciones sobre el tema.
- Protege a los tuyos: compra un seguro de vida, y uno de gastos médicos mayores para ti, tu cónyuge y tus hijos. Entre más pronto los adquieras, las coberturas pueden ser totales ya que en muchos casos cuando una persona comienza a entrar a la tercera edad, o cuenta con enfermedades previas al momento de contratar la póliza, dichas enfermedades no son tomadas en cuenta, por lo que el seguro no protegerá contra éstas.
- Ahorra y diversifica tu dinero: distribuye el dinero que ahorras de diferentes formas. Por ejemplo, puedes tener una inversión a largo plazo, una a mediano plazo y destinar otra parte de tu dinero en algún negocio o incluso comprar acciones. Esto te ayudará a obtener rendimientos de diferentes lugares, por lo que si en una no resulta como lo esperado, tienes otras que te pueden seguir dando rendimientos. Trata que tu dinero no esté concentrado en un mismo lugar.
- Usa el crédito inteligentemente: busca financiamientos para consolidar cosas que son importantes para tu futuro y el de tu familia como una casa, la universidad de tus hijos, o incluso un automóvil. Una vez que cuentes con un crédito de este tipo, considéralo dentro de tu presupuesto anual, y paga en las fechas señaladas para no caer en mora.
- Obtén un seguro dotal: este tipo de seguros sirve para proteger tu futuro financiero y el de los tuyos. Acércate a la institución financiera de tu preferencia y solicítalo por la cantidad que consideres pertinente. Esta cantidad puede pagarse a través del tiempo y si llegas a faltar de forma inesperada, la cantidad que habías contratado se les entrega a tus familiares o a quien hayas destinado como beneficiario.
Recuerda que tienes derecho a un patrimonio, pero cuidarlo es tu obligación. Procura buscar más oportunidades que te permitan incrementarlo y de esa manera, tú y los tuyos siempre estarán protegidos y contarán con sus bienes en caso de cualquier situación inesperada.