Matrimonio
Los problemas financieros son uno de los principales factores que contribuyen a que los matrimonios fracasen. Pero no es posible escudarse completamente de estos problemas. Entonces, ¿cómo puedes lograr que las adversidades financieras no afecten tu relación? Al igual que sucede con todo lo demás en una pareja, la clave es la comunicación. Conozcan sus respectivos hábitos financieros y tengan siempre una buena disposición para hablar abiertamente de su situación económica.
Buena idea dedicar algún tiempo a conocer el historial financiero de tu futura esposa o esposo. Intercambien reportes de crédito y pregúntale a tu pareja qué es lo que espera y desea desde el punto de vista financiero.
¿Quién va a hacer qué?
Ha llegado el momento de dividir las labores. Hay que lavar la ropa, mantener el jardín y el patio, hacer la limpieza, y, por supuesto, hay distintas responsabilidades financieras. ¿Quién va a conciliar la cuenta de cheques? ¿Quién va a pagar las cuentas? ¿Quién va a llevar el control de las inversiones?
No es imperiosamente necesario dividir estas labores y asumir las responsabilidades en forma exclusiva. Simplemente, asegúrate de establecer algún tipo de sistema para que se haga lo que sea necesario hacer. Puedes dividir las responsabilidades de acuerdo a lo que cada uno sabe hacer mejor. O puedes dejárselo al azar y sacar papelitos de un sombrero para ver a quién le toca hacer cada cual. No se trata de quién es la mejor persona en términos financieros. Se trata de asumir juntos las responsabilidades y cumplir juntos con todas las obligaciones.
Cambio de beneficiarios en las cuentas
Revisa todas tus cuentas que tienen un beneficiario designado (planes de retiro, seguros, etcétera) y determina quién es el beneficiario nombrado en cada caso. Asegúrate de cambiar el nombre al de tu cónyuge si deseas que él o ella reciba esos fondos en caso de tu fallecimiento.
Revisa tu póliza de seguro
Tu vida ha cambiado y tu cobertura de seguro probablemente no. Tal vez tu cónyuge también tenga sus pólizas de seguro. Compáralas y verifica que las coberturas no se cubran unas a otras, pues eso normalmente significa un desperdicio de dinero. Combina las coberturas siempre que puedas y podrás ahorrar algún dinero.
Cambio de nombre
Si te vas a cambiar el nombre a causa de tu matrimonio y vas a usar otro apellido o añadirle otro apellido al tuyo, necesitarás cambiar tu nombre en muchos documentos diferentes. Notifica inmediatamente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS.) Esto es muy importante porque deseas que tus cuentas de retiro se acrediten de la manera correcta. También, la próxima vez que cambies de empleo necesitarás mostrarle a tu empleador la nueva tarjeta IMSS con el nuevo nombre. Cambia también el nombre en tu licencia para conducir, puesto que este documento frecuentemente se utiliza para fines de identificación, y es uno de los primeros que debes cambiar. No se te olvide hacer lo mismo con el pasaporte y otros documentos que acreditan tu identidad oficial.
Prepara un presupuesto
Esperamos que ambos tengan ya un presupuesto individual. Ha llegado el momento de actualizar y combinar esos presupuestos para adaptarlos a la nueva situación de convivencia.
Planeación de metas y carreras
Es importante saber no sólo dónde te encuentras, sino también a dónde deseas llegar. Define lo que deseas y los medios que necesitarás para lograrlo, de esta manera serán para ti mucho más transparentes.
Paga tus deudas ¡hoy mismo!
Si tienes una deuda considerable, una de tus primeras metas debe ser cancelar esa deuda. Los intereses que estás pagando te están saboteando tus otras metas financieras. Cuando salgas de deudas las otras metas serán más fáciles de alcanzar. Comienza por hacerte una idea cabal de todo lo que debes. Entonces, trabaja con tu presupuesto y elabora un plan para pagar toda la deuda. Trata de recortar gastos en otras áreas para aumentar tus mensualidades hasta que la deuda desaparezca.
¿Tenemos que trabajar los dos?
En la sociedad moderna la norma es una familia con dos ingresos. Pero no hay nada que te obligue a ser parte de la regla. Si ambos tienen una carrera o profesión, pues, ¡estupendo!... pueden seguir trabajando los dos y ahorrar. Pero si el dinero y la carrera no son factores de motivación fuertes en tu vida, es posible que puedan elaborar un plan para vivir de un solo sueldo. No necesitas tener hijos para quedarte en casa. Si analizas bien tu presupuesto, tal vez te puedas dar el lujo de no trabajar en este momento. Por otro lado, junto con tu cónyuge tal vez podrías elaborar un plan para cancelar todas tus deudas y aumentar uno de los ingresos, de modo que, uno de ustedes no tenga que trabajar.
Reunión anual de finanzas de la familia
Una vez al año durante tu matrimonio, o preferiblemente más a menudo, siéntate con calma a discutir detalladamente las finanzas con tu pareja. No esperes que surja una crisis para revisar el plan. Eso puede conducir a mucho más estrés y ansiedad al discutir los temas financieros. La reunión anual familiar para conversar sobre el tema financiero les permite a los dos determinar con calma y en forma racional dónde se encuentran, determinar si han cambiado sus metas financieras y decidir lo que necesitan hacer para alcanzar esas metas. Si conversan sobre este tema más de una vez al año ambos estarán mucho mejor sincronizados en el aspecto financiero.
Otros temas que deben platicar incluyen:
Documentos importantes
> Ambos deben saber exactamente dónde se encuentran todos los documentos importantes, incluyendo pólizas de seguro, testamentos, declaraciones de impuestos, números de cuentas bancarias, detalles específicos sobre inversiones, etcétera.
Deudas y bienes actuales
Suma todos tus bienes. Determina cuánto has pagado en el último año y decide si eso es aceptable o si necesitas esforzarte más el próximo año. Haz lo mismo con tus bienes. Necesitas entender cómo está funcionando tu dinero y tratar de determinar si debes lograr más en ese sentido.
Presupuesto
Ten una idea cabal de lo que has estado gastando y en qué. Si tus gastos no coinciden con tus prioridades, afina el presupuesto para poder aprovechar al máximo tus ingresos.
Vuelve a evaluar tus metas
Revisa las metas financieras que te trazaste durante la última reunión anual. ¿Estás progresando hacia esas metas? ¿Todavía te importan esas metas? Discute otras metas que desees incluir, tanto a corto plazo como a largo plazo.
Determina dónde está tu vulnerabilidad
Determina cuáles son los puntos débiles en tu armadura financiera. ¿Tienes demasiadas deudas? ¿Alguno de los empleos o ingresos no está seguro? ¿Tienes suficientes ingresos para cubrir tus gastos? Simplemente identificar estas debilidades te puede ayudar a evitar algunos errores comunes. Pero también debes discutir la forma en que puedes fortalecerte en estas áreas e incorporar esas estrategias a sus metas financieras.
Responsabilidades cotidianas
¿Es práctica aún la división de responsabilidades que hiciste? ¿Está funcionando bien o uno de ustedes se siente demasiado abrumado?
Conócete a ti mismo
¿Qué has aprendido sobre tu yo financiero en el último año? Hablar de lo que sientes sobre el tema económico es tan importante como hablar sobre el uso práctico del dinero.
¿Juntos o separados?
Aunque en este momento están unidos por un sacramento, es posible que deseen actuar por separado en algunas áreas, como es la financiera.
Cuentas bancarias
Tendrás que decidir cuánta autonomía financiera deseas tener. Puedes mantener cuentas bancarias separadas y dividir las cuentas que hay que pagar. Eso le dejará a cada uno algún dinero para usar libremente. Otra opción es depositar todos los ingresos en una cuenta y pagar de ahí todas las cuentas. Esta opción requiere alguna destreza y cada uno debe asegurarse de no utilizar demasiado dinero de la familia para sus propios gastos individuales. También es posible adoptar un enfoque combinado manteniendo una cuenta conjunta y asignando algún dinero para gastos individuales cada mes.
Si decides mantener alguna de tus cuentas en forma conjunta, asegúrate de llevar un control cuidadoso de tus transacciones y comunicarlas a tu cónyuge. Si dos personas usan la misma cuenta es posible que resulte difícil controlar el flujo de efectivo.
Tarjetas de crédito
Debes mantener al menos una tarjeta de crédito a tu nombre para tener un historial de crédito que sea tuyo propio. En caso de separación, divorcio o fallecimiento del cónyuge, será mucho más fácil obtener un préstamo, hipoteca o tarjeta de crédito si hay alguna actividad de crédito individual.